NEUS TOMÀS, BARCELONA. www.elperiodico.com
El PP se presenta en su ponencia política, un documento de 39 folios y 245 puntos, como un partido de "centro, reformista y liberal". Estos tres principios inspiran una hoja de ruta en la que se ofrece como la fuerza que impondrá "cordura" en la "alocada subasta" de España, de la que responsabiliza tanto a los socialistas como a los nacionalistas. A estos, y sobre todo al PNV, les reprocha también que compartan con ETA el proyecto de "independencia de Euskal Herria". Además, a los nacionalistas vascos les acusa de no colaborar en la derrota de la banda terrorista y de mantener una actitud "obstruccionista" que ha contagiado al resto de formaciones nacionalistas.
MODELO DE ESTADO
Ni un paso atrás en la deslegitimación del Estatut La ponencia dirigida por José Manuel Soria y Alicia Sánchez-Camacho parte de un primer dogma: "La indisoluble unidad de la nación española". El texto deja claro que solo existe una nación y que el PP se ha propuesto "fortalecer" España frente a la desestabilización a la que la han sometido PSOE y nacionalistas. Les acusa de "resquebrajar" los consensos de la transición y de "quebrar" el modelo de financiación autonómica. La hoja de ruta de los conservadores mantiene intactas sus críticas al Estatut, definido como "una reforma encubierta de nuestra Constitución" que ha obviado "el derecho" de todos los españoles a opinar sobre esta cuestión. El PP, lejos de rebajar los ataques a la Carta catalana, insiste en que plantea "relaciones inadmisibles de cosoberanía" con el Gobierno central. Y, ante este diagnóstico coincidente con el "España se rompe" de la pasada legislatura, el PP propone un pacto de Estado, que permita consensuar con el PSOE la organización territorial y la aprobación de los estatutos de autonomía.
"Contundencia" frente a un país "más inseguro" Otro de los ámbitos donde el PP mantiene su discurso más firme es el de la seguridad, o más concretamente, en la inseguridad. A pesar de que las cifras oficiales no lo avalan, los populares insisten en uno de sus lemas: "España es hoy un país más inseguro". La culpa, también en este caso, es del Gobierno socialista porque, según el PP, no ha sabido dar la "respuesta contundente" que los ciudadanos reclaman. Esta respuesta pasa por la aplicación de las leyes, la acción de las fuerzas y cuerpos de seguridad y una mayor implicación de las comunidades autónomas. Un discurso con más adjetivos que medidas concretas para combatir "sin concesiones" la criminalidad y aplicar "máxima firmeza" contra la delincuencia.
En la ponencia, no se menciona el polémico contrato de integración para inmigrantes que planteó Mariano Rajoy durante la pasada campaña electoral. Ahora, sin concretar, se remarca la necesidad de que los inmigrantes respeten los principios y valores constitucionales.
En el modelo educativo, el PP expresa su preocupación por el creciente "adoctrinamiento político" a través de la escuela. Esta inquietud es la misma que le lleva a proponer que la Inspección del Estado "garantice" la enseñanza del castellano y la "libertad" de elección lingüística en todo el territorio.
LUCHA ANTITERRORISTA
Las falsas condenas del nacionalismo vasco "No se puede decir que el PNV es partidario del terrorismo de ETA, pero sí podemos afirmar que no colabora en su derrota", aseguran los redactores de la ponencia, que no han ahorrado críticas al nacionalismo vasco. "El PNV condena el terrorismo pero, al mismo tiempo, todos sus actos desmienten sus palabras", añaden. Además, lamentan que esta actitud cuente con el apoyo del resto de nacionalismos y que, todos ellos unidos, intensifiquen "un proceso disgregador de la nación española".
Los populares presumen de los "buenos resultados" alcanzados durante la gestión de los ejecutivos del PP y, al mismo tiempo, resaltan la "fracasada negociación política" del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Insisten en que la ruptura del pacto por las libertades y contra el terrorismo ha supuesto un "retroceso democrático" y culpan de ello al PSOE por haber "legitimado" a la banda como interlocutora. A cambio el PP propone un pacto de Estado que implique que "jamás" ningún Gobierno autorizará "negociación alguna" con ETA.
Ya nadie se acuerda de la tregua del 98.
La tregua del 98: Aznar, Rajoy, el PP y ETA
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